こんばんは!!
Al final solo he tardado un poco más de una semana en volver por aquí (^-^)º, aunque si debo decir la verdad mi intención era publicar la traducción del cuento tan dos o tres días después del original, como muy tarde (>.<U)
[Siempre me pasa lo mismo... y eso puede que os haga pensar que soy un poco irresponsable, pero en realidad solo soy así cuando no tengo fechas "oficiales" de entrega, es decir, cuando los límites de tiempo me los impongo yo sola al final termino expandiéndolos por algún motivo XDD Pero cuando se trata de trabajos para clase o temas de empleo siempre soy más responsable y puntual (^.^)]
He intentado traducirlo de la manera más fiel a lo que escribí, pero algunas formulas temporales las he cambiado porque en español suenan forzadas o, directamente, mal.
Os dejo con el cuentillo, espero que os guste, aunque como ya dije en la anterior entrada es una historia un poco "tonta".
La Última Alma Humana
Erase un mundo en el que vivían dioses, animales y seres humanos.
Los dioses vivían en su reino sobre las nubes.
Los animales se instalaron en la tierra, los árboles y los mares.
Mientras tanto, los hombres levantaron sus casas sobre la tierra.
Un día, nació una preciosa niña. Su pelo era negro cual noche sin estrellas y sus ojos del color de las esmeraldas. Decidieron llamarla Myû.
De entre los humanos era la más bella, por eso tanto dioses como animales y hombres la apreciaban.
Según Myû fue creciendo, también lo hizo su belleza.
Todos los seres que habitaban este mundo tenían una vida pacífica y sencilla.
Mas, llegado un momento, surgió entre los humanos una grave enfermedad. Poco a poco fueron muriendo, hasta desaparecer casi por completo. Sin embargo, Myû no se vio afectada por la enfermedad y siguió viviendo.
Debido a la soledad, un pequeño zorro huérfano tenía por costumbre ir a diario hasta la casa de Myû y observarla desde la ventana. Hasta que una mañana, Myû se percató de la presencia del animalillo.
"Vaya, que cría más mona" pensó Myû al verlo, así que salió de la casa y se acercó hasta donde estaba el pequeño zorro.
- ¡Buenos días zorrito! ¿Tú también estas solo? ¿Tienes hambre? - le preguntó al zorro - Ven conmigo a casa. Te daré algo para comer, vamos - le animó Myû y el animalito la siguió.
A partir de entonces la muchacha no volvió a estar sola, ya que el zorrito se quedó con ella. En compañía los días se volvían alegres.
Una calurosa noche de verano el zorrito, incapaz de quedarse dormido, miraba el cielo desde la ventana del dormitorio."¡Wa~! La Luna está preciosa... Creo que saldré fuera para verla mejor" pensó el zorro. Sin embargo, cuando estaba a punto de salir de la casa, oyó un llanto y se quedó parado. Abrió con cuidado la puerta e inspeccionó el jardín. Allí vio la figura de un hombre en pié, que parecía ser el origen del sonido.
- Señor ¿por qué llora? - preguntó el zorrito. El hombre se sorprendió al oír su voz y se giró para poder verle.
- Ah... pequeño... si tú supieras el peso que me oprime el pecho...
- Mmm... quizá si le contase sus problemas a este humilde zorro su pena se aligere un poco - dijo el animalillo con una sonrisa intentando animarle.
- No lo creo, pequeño, pero aún así... - dijo el hombre y comenzó a contar su historia - ¿Sabes? Soy un sirviente del Dios de la Muerte. Desde que nací, siempre he seguido sus ordenes, sin embargo no puedo realizar la última que me dio.
- ¿Por qué? - pregunto el zorrito con curiosidad.
- Mi señor me ordenó que tomara para él la última alma humana - respondió con tristeza - Pero hace tiempo ya que Myû me robó el corazón. ¡Desde que apareció la enfermedad que acabó con sus semejantes yo la he estado protegiendo! ¡No quiero que desaparezca! - gritó.
El pequeño zorro, tras escucharle, se quedó pensando y su cara cada vez era más triste. Parecía estar a punto de llorar.
- Señor... he estado pensando en algo... ¿querrá escucharme?
- ¿Qué has pensado?
- ¿Podrías convertirme en un humano? - preguntó el zorro.
- ¿Eh? Creo que puedo, aunque hasta ahora nunca he hecho algo así. Pero, ¿qué tiene que ver eso con mi problema?
- ¡Tiene mucho que ver! Escucha: si me conviertes a mí en humano, Myû ya no sería la última humana ¿verdad?
- Eso es cierto... Más ¿qué haré entonces con la orden de mi señor?
- ¡Muy fácil! Si conviertes a Myû en zorro entonces yo me convertiría en el último humano. De ese modo ella estará a salvo y tu podrás llevar a cabo tú misión - respondió el zorro - ¿Qué te parece?
-¡¿Cómo puedes hablar tan fácilimente de sacrificarte?! Eres demasiado bueno - respondió el hombre entre lágrimas.
- Entonces, ¡hagamos un trato! Harás todo como te he dicho y yo te entregaré mi alma, pero deberás prometerme que cuidaras por siempre de Myû.
- ¡Te lo prometo!
Bueno, como habréis podido comprobar al leerla, es una historia bastante ñoña ¿verdad? (>//<)
Pero bueno, es lo único que se me ocurrió, y aunque sea un tanto ñoña y ridícula a mi me gusta (^.^)
He pensado que para cuando la tenga que entregar bien presentada a final de curso, me gustaría hacer algunos dibujillos para ponerlos junto al texto, pero no tengo tanta confianza en mis "habilidades pictóricas" (tampoco se pueda decir que tenga "dotes de escritora" XDD).
じゃ、今日はここまで!物語を読んでくれてありがとう!(~。~)
(Me despido por hoy ¡Gracias por pararos a leer el cuento!)
またね~!!
(¡¡Hasta pronto!!)
es un cuento precioso o///o >///< me gusta lo que escribes nena de verdad *3* te animo!!
ResponderEliminarMe alegra que te guste (^//^)
EliminarAunque sea ñoño, mi cabeza no da para más (y menos teniendo en cuenta que lo escribí originalmente en japonés XD)
Oooooooh!!! Qué bonito :´( pero no vale porque al final me ha hecho llorar, ahora lo reescribes hasta que no me haga llorar XD
ResponderEliminarBesos!!
Yo también anduve medio lloriqueando cuando me surgió la idea así, pero es como tenía que ser, no todos los cuentos pueden tener finales completamente felices (-.-)
EliminarHola: creo que ya te lo dije en mi blog pero haces unos cuentos preciosos y menudo mérito que lo pienses en japonés. Eres digna de admiración. Me parece dificilísimo aprender todos esos signos.La historia no es ñoña para nada. Es un claro reflejo que aún hay ‘’gente’’ buena en el mundo capaz de sacrificarse por los que quieren. La acción del zorro es una prueba de que la amistad y el agradecimiento existen aunque sea en la literatura… Fantástico… seguimos en contacto.
ResponderEliminarMuchas gracias (^///^) se me han subido los colores leyendo tu comentario, Marta.
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